El Arribo a Suna... "La Precencia Deceada"

Tras una sublime presencia, bajo el rastro de una destrucción magnifica que nutre a los espíritus malignos de dolor y penumbras que ellos mismos consideran divinas, señales perfectas de un mundo lleno de tragedia; Tal cual Mundo Shinobi, el cual solo es un cementerio con gente viva, cada cual posee su lápida, quiera o no, la va a ocupar.. Tarde o temprano.

Así, sombría y deteriorada era la vista de los desierto nebulosos, los cuales mantenían su clima frío/seco, pero esta tarde estaban cubiertos por nubes de tormenta, que rugían en rayos y relámpagos esperando descender con furia hacia los mortales debajo de su grandeza..

Tras aparecer en una fracción de segundo, sobre un techo de unos 15 metros de altura, cubierto con una capucha totalmente negra, que no dejaba ver su cabeza, una mascara la cual cubría su cara y solo dejaba ver dos agujeros como sombras, en la frente de dicha mascara se encontraba un símbolo color rojo, una especie de simbologia perida, el cual mostraba las aspas de un sharingan pero no solo asi tan sencillo sino mas bien fucionado en una especie de aros en forma simetrica, pero de forma diferente dejando una leve diferencia haciendo una sutil comparación con el Yasaka no Magatama; Siendo una marca del tesoro..

Al llegar, contemplo los parajes, recordando que en aquel lugar, hacia las veces de "vigilante" protegiendo a su Aldea en las distancias, escondido en las sombras..

Apenas habían pasado 4 segundos en su transición de llegada, conocía muy bien Suna, ademas de que gracias a la mascara podría detectar cada persona y tambien del mismo modo ayudaria a que su identidad aun fuera desconocida, La Vida y una largo camino le esperaba al shinobi, la Nueva era estaba a punto de escribirce con Tinta de Sangre.....

La lluvia parecía acariciar la tierra conforme cada gota descendía del eterno firmamento hacia la golpeada Sunagakure. La aldea parecía triste, era necesario entender que un lugar podía mostrar lo que sus habitantes pensaban y sentía, lo que se veía a lo largo.., quizá de la intervención humana, quizá de las constantes peleas que se suscitaban sobre ella y terminaban por herirla, posiblemente aquella tierra fuera la que tuviera más derecho a decir “ya basta”. Pero era triste saber que no se podía oír aquella natural voz que pedía un poco de paz a los shinobis que en ella Vivian. Aparentemente el concepto de paz seguía siendo muy ambiguo dependiendo del punto de vista de cada uno de los individuos, el mismo había producido peleas y guerras por ello entre rebeldes y Aldeanos, todo en busca de un orden y paz que parecía no llegar nunca aun cuando las mismas peleas y guerras habían terminado

En cualquiera de los casos, eso no aprecia importarle en lo mas mínimo a aquel que recorría los caminos de Suna a un paso apacible, carente de prisas o razones para acelerarlo, cualquiera diría que estaba cansado, otros que se limitaba a disfrutar su viaje, y la realidad era que podía ser un poco.. Era notorio mencionar el cambio que había sufrido el paisaje desde la última vez que aquel que lo transitase lo había visto.

Entre los pensamientos vagos y desorientados que por este corrian uno se hacia mas fuerte y precente en el Shinobi de Sunagakure y era el de que rumbo ahora enfrentaria la Aldea, despues de una era en la que solo se vio Guerra y destruccion, todo parecia tomar rumbo poco a poco y ahora el destino de muchas personas recaia sobre las manos y hombros de nuevos shinobis, listos para actuar y defender a su aldea a todo costo.