Un Pacto de Sangre

Había salido a vigilar la frontera para que no hubiera ningún disturbio en el País, mi misión había concluido sin problemas y ya volvía hacía la aldea, deseaba volver a la aldea y seguir con mi vida, supongo que ser ascendido a Jounnin era estar ocupado todo el tiempo, suspiré y me coloqué las manos en los bolsillos, el pensar que tendría que llegar a la aldea para volver a recibir una misión no me gustaba, pero era mi deber. No tardé mucho en llegar a la villa, ya podía ver la entrada, suspiré aliviado y aumenté la velocidad de mis pasos, llegué ante la puerta y sonreí, al fin había llegado, tras dar unos pasos algo chocó contra contra mi armadura, lo miré fijamente, no sabía quien era, nunca le había visto.

-... Y tu quien eres?-le dije con un tono un tanto frío, pues no paraba de mirarme y eso me ponía un tanto incómodo, su mirada me lo decía todo-... Que es lo que quieres?-le pregunté apartando mi mirada en él-Por lo menos se que la villa está bien-pensé tratando de olvidar que aquel chico me miraba, suspiré y me voltee para escuchar su respuesta-

Me sentía aliviado de que no hubiera problemas durante mi inactividad dentro de la Hoja, solté una sonrisa aliviadora mientras escuchaba a aquel joven, no parecía mucho mas grande que yo, aunque quien sabe? La vida siempre te da grandes sorpresas, me acerqué un dedo a la mejilla para después rascarme, sentía que debía disculparme.

-Siento haberte hablado así-dije, paré de rascarme y le ofrecí la mano-Soy Tobirama Senju, un placer-dije con una sonrisa en mi rostro-Y tu?-le pregunté esperando que correspondiera a mi gesto de amistad y pudiera perdonarme-

Tras realizar aquellas acciones, el chico correspondió apretando manos, le sonreí, me sentía aliviado de que aceptará mi gesto, el joven también se presentó, pero me sorprendió que se disculpara, negué con la cabeza al escuchar eso, segundos después me preguntó sobre el legado de amistad del anitguo ermitaño, Jiraiya-san, me quedé extrañado, tragué saliva y respiré hondo.

-Es increíble que aún se recuerde a Jiraiya-san-dije con un tono algo sorprendido-Respondiendo a tu pregunta... Sí, yo soy el que porta el contrato con los grandes sapos-respondí, no podía demostrarlo pero era así-Y dime, que es lo que deseas?-pregunté, sentía que aquel shinobi quería algo con los sapos, aunque no se me ocurría gran cosa al estar agotado pero me hacia una idea-Bueno, me imagino algo del porque preguntas, pero ahora mismo no tengo lo que quieres-dije algo decepcionado, suspiré y esperé la reacción de aquel ninja-

Escuché atentamente sus palabras, y mi idea era cierta, quería un contrato con los sapos, el linaje con su familia me interesaba, aunque supongo que podríamos decir no era la única familia que había obtenido este lazo con los sapos, al acabar de explicar, Rohan, preguntó si podía firmar, no podía negarme, pero antes de querer hablar, el comentó algo más, sonreí y le miré, le dejaría firmar el contrato, pero no sin antes ver su potencial.

-Bien, me has convencido, Rohan-dije alegre, si ese era su deseo así sería-Pero, no será tan fácil-dije negando con mi dedo-Bien, que te parece ir al campo de entrenamiento?-dije señalando a lo lejos, supongo que nos llevaría un buen rato, pero si íbamos corriendo no-Es mejor aquel lugar, pues aquí no puedo sacar a lucir el pergamino-dije, debía asegurarme de que nadie pudiera tocarlo o robarlo-Bueno, te explicaré lo que deberás hacer por el camino, si estas de acuerdo con esas condiciones y las cumples, te dejaré firmar el pacto con ellos-dije colocándome las manos en los bolsillos y empezando a caminar unos pasos por delante de Rohan-

Le hice un gesto con la cabeza para que viniera conmigo, si no se daba prisa me adelantaría, aunque más que correr, me pondría a saltar por los tejados de la aldea para, digamos, coger un atajo rápido hacía el campo de entrenamiento, me paré por delante de él a esperarle, si en verdad quería contratar con la familia de Gamma, tendría que seguirme.