La velocidad del Dios

Al terminar mi primer entrenamiento con Zai le pido que tome un descanzo, acto seguido comienzo a caminar hacia el patio de la academia que en ese entonces se encontraba vacio, al igual que todo el edificio a excepcion del ANBU y yo. De mi bolsa colocada en el muslo de mi pierna derecha saco un pergamino que contenia una técnica de tipo Gijutsu, Shunshin el Dios Volador; un jutsu comprendido entre los más poderosos del mundo, esto debido a que podían evolucionar en nuevas tecnicas mas definitivas. Al comenzar a leer el pergamino me doy cuenta de que resultaría algo difícil para los inexpertos, pero suponiendo que siendo yo un jounnin esto sería menos complicado.

En el patio de la academia observo el entorno, muy bueno para la práctica debido a que es algo amplio. Me posiciono en el centro del terreno y realizo los sellos con ambas manos como lo describe en el pergamino: Perro, Liebre, Pájaro, Mono, Caballo y Jabalí; mis plantas de los pies comienzan a albergar una considerable cantidad de chakra, al dar un paso la ligeresa de mi cuerpo se siente en abundancia tanto que una hoja de cualquier arbol podria compararse con una roca pequeña a mi lado. En el patio solo un arbol de mas de tres metros de altura y dos muñecos para entrenar me acompañan, algo necesario para poder llegar a perfeccionar esta técnica lo mejor posible.

La experimentación para probar mi habilidad con este gijutsu en mi poder comenzaba de inmediato. Antes que todo, me dispongo a correr hacia el arbol y despues hacia los muñecos de entrenamiento, desde mi posición el arbol estaba a 11 metros, del arbol al primer muñeco mas cercano la distancia se calculaba por 8 metros y de este al siguiente resultaban 3 metros de distancia. Al adoptar una posicion para disponerme a recorrer la ruta marcada siento casi poder volar en la trayectoria, sin saber exactamente como sucede todo nuevamente me encuentro al centro del patio de entrenamiento dejando una pequeña capa de polvo detras de mi debido a la velocidad de mi paso.

A pesar de que mi velocidad de desplazamiento claramente habia incrementado de una forma destacada, necesitaba una manera mas efectiva de medir ese potencial, una idea perfecta viene a mi mente entusiasmada por la nueva adquisicion a mi arsenal, un kunai resultaba idoneo; con una sonrisa marcada en mi rostro cubierto, lanzo levemente el kunai 2 metros desde el suelo al aire llevando este un efecto giratorio de punta a mango, realizo el mismo trayecto volteando a ver el kunai, el arma obtiene una velocidad demasiada lenta en el cual puedo alcanzar a contar los giros que da en el espacio -1,2,3....9,10- las vueltas se vulven algo aburrido. Completo el recorrido y observo hacia arriba, el kunai apenas cae en mi mano, lo observo algo sorprendido pero con una emocion interna que no tiene fin. La tecnica resultaba muy especial, habiendo concluido el entrenamiento guardo el pergamino y mi kunai nuevamente, ahora me dispongo a seguir mi entrenamiento con mi sensei.