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por **..:: Narrador ::..** Jue Mar 21, 2013 10:24 am

~ Papel que interpreta (Narrador): "Feudal de la Aldea"

Tiempo, magnitud física que se consumía como aire que se respira día a día, la villa de la niebla enfocados en sus quehaceres, aldeanos, ninjas y la autoridad no se escontraba mostrando acción alguna. ¿Dónde está su presencia? La junta de feudales comenzaron a tomar cartas al asunto tanto que se llego a cuestionar sobre si seguir dejando que el actual Mizukage siga ejerciendo con su trabajo en la aldea. El tema seguía en debate por la junta que se encarga de inspecionar el cargo, pero se dió cierta orden de seguir con una inspección corta y tomar la debida decición de elegir el nuevo personaje que asumiría el puesto más alto en la jerarquía.
La marcha seguía con pie firme las personas contratadas para brindar servicios al feudal como transporte y seguridad se dirigen al palacio situado en el centro de la villa que sería el despacho del Mizukage, una capa nublosa era la que cubría la mayor parte de la aldea como de costumbre es parte fundamental he hay su nombre, dificultaba a cierto grado la vista de los empleados que cargaban a hombros al feudal resguardado en una especie de cuarto de madera con decoraciones muy llamativas detallando así su magnifica presencia ante los ojos que se presten a ver su "marcha" sobre las calles algo propio en su cargo debía dar esa imagen de realeza a sus presentes.. Un complejo que se lleva de generación en generación, dentro de ese cuarto se escontraba él.. con un libro de filosofía rebordado con azul en la parte de enfrente un gran título resaltado con negro "Las mentiras más peligrosas" ¿Qué curioso ese título en un libro de filosofía?.
Según los gusto que se conoce de aquel feudal era que se distinguía de los otros, esté tendría otro idealismo que daba ese aire de una persona seria en asuntos políticos era como la sociedad de feudales optaba por dejarlo decidir que clase de persona asuma esta vez el cargo de Mizukage, un rostro lleno de determinación y poca gracía se mencionaba que odiaba escuchar cualquier clase de chiste pues no tenía humor como se dijo esté era distinto.
El paso era lento pero seguro, es como pensaba el Feudal después de leer tantos libros de historia filosófica, muchas guerras perdidas por deciciones que eran tomadas sin pensamiento. No quería formar parte de esas historias que dan mal sabor al paladar por así decirlo, ya a medio camino de llegar al palacio el feudal pausa su lectura debido a cierto aviso que hizo uno de los obreros, cierra y deja a un lado el objeto mientras esperaba paciente que se de un nuevo aviso diciendo que su camino termino y se encuentran enfrente de la entrada para que pueda proseguir con bajar y seguir su camino a pie es así como aviso de antemano a los obreros antes de emprender el largo viaje de casa a esta aldea donde desde ya cambiaran ciertas cosas, empezando con el nombramiento del nuevo Mizukage.
Uno de los hombres da aviso al feudal con un leve golpe a lo que sería la puerta e incluyendo que ya puede salir eso era señal de que no hay peligro en esa área, no hubo respuesta alguna del feudal más que bajar del carruaje y sin dar miradas vacilantes siguió al despacho esperando ser recibido con una formal bienvenida de parte de los guardias que custodiaban el edificio y fue así como se produjo, los guardias se inclinan y demuestran su debido respeto a la autoridad que tenían enfrente mientras este seguía su camino a su objetivo.

Continuara..

por **FS BOT** Sáb Mar 23, 2013 6:57 pm

El feudal no demoro en hacer entrada en el edificio principal con sus manos detrás de la espalda unidas observaba cada detalle de aquel edificio, parecía mas descuidado de lo normal algo que de cierta forma molesto al señor feudal, recordando aquellas lecturas filosóficas malas elecciones, habían llevado a kiri tal cual se encontraba ahora sus pasos suaves pero rápidos no parecían hacer mucho ruido, algunos shinobis comentaban sobre su presciencia solo podría significar una cosa, cambio de autoridades.

Finalmente se detuvo delante de las grandes puertas que le permitirían el ingreso al despacho, simplemente espero a que uno de sus siervos llegara y abriera la puerta para el, su perfil frió y inmutable ni un segundo, simplemente observo hasta que ambas puertas se abrieran de lado a lado, para finalmente dar sus pasos hacia le interior de aquel lugar, que de momento se encontraba muy descuidado, observo por la ventana hacia la ciudad, extendiendo una mano esperando que le alcanzaran un expediente el cual reviso con detalle hasta que cerro levemente sus ojos hasta que finalmente rompió el sincronizado ruido que hacían las aguas a su alrededor

-Traedme al Senju Yakko a mi presencia inmediatamente

Menciono con una voz autoritaria pero no agresiva sino que de forma agradable, algo que lo volvía mas peligroso que a cualquier otro feudal, su forma de hablar hizo que sus siervos corrieran a buscarle preguntándoles a los guardias donde lo encontrarían.
Camino tranquilamente hacia el asiento del kage pero no se sentó simplemente observo todo desde allí, esto cambiaría la villa seria mas poderosa ya había llegado el momento de que todos conocieran Kirigakure y le temieran como antaño, su mano se poso sobre la parte superior del asiento aguardando pacientemente.

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