Llanero solitario: Quest

¿Quien decía que un kage no podía encargarse de asuntos relacionados a misiones en la villa? Tobami como dije anteriormente, era de ese tipo de personas que prefería hacer las cosas por sí misma, y no dejarla en manos de otros, inclusive siendo la Raikage ella se encargaría de asuntos de la aldea, aquellos asuntos en los cuales los ninjas de menor rango deberían realizar.
Corrió la voz de que alguien se había exiliados ¿otro más? No sabía que estaba pasando, había leído mucho de la historia de Kumogakure y el mundo en esos tiempos empezaba a cambiar, ya los criminales salían debajo de las rocas y era difícil mantener una villa de tan amplias extensiones, como lo era Kumogakure, limpia del mundo moderno. Ella sabia además, que muchos de sus ninjas quizá tuvieran un futuro criminal, pero no pasarían por al lado de su persona sin siquiera ser parados antes, ella era el obstáculo de que sus ninjas se fueran o no, y pretendía demostrarles a ellos que valía la pena quedarse, porque Kumogakure era única, Kumogakure buscaba un solo objetivo y ese era; ser única, solo ser la mejor teniendo ventaja sobre todas las demás villas.

Cuando la azabache se entero que un miembro había huido sin dar razones firmes para con la villa, Tobami simplemente reacciono de la mejor forma que podía hacerlo, se encargaría ella misma de la misión, pero le habían aconsejado llevar a alguien con quien podría realizarla, recordó pronto los viejos tiempos en misiones de equipo ¿pero esta misión sería igual? Esta misión era más elevada, era más complicada y se debía tener más estrategias por lo que al primer muchacho que se le cruzara no podría tomarle. Tenía que ser una elección rápida, reviso varios expedientes y encontró uno en especial, Kazama Lionhart, un hombre de aproximadamente su edad que aun continuaba como genin ¿podía ser cierto? Era casi igual a ella en ese aspecto, tal vez el podría comprender el verdadero sistema del futuro.

Le envió un mensaje mediante un ave, en el mensaje no decía nada, solo decía que debería dirigirse a la salida de Kumogakure, encontrarse con alguien y que fuera puntual y estuviera listo para lo que sea. El mismo día, en la tarde luego del almuerzo, la chica vestida con sus ropas normales, amarillas y negras sin ninguna señal que indicara ser el Raikage de la villa, espero, espero paciente y con mucha seriedad incluso tranquilidad a la llegada de quien le acompañaría en aquella peligrosa búsqueda.