rescatando al profesor

Tranquilamente en otro dia normal, una mision singular hoy habia de completar el joven peliblanco del país del agua. un profesor se había dejado aprisionar por sus estudiantes, niños muy bellacos si le preguntaban, pero ahora habría que negociar un buen trato con los chicos. Antes de llegar a la academia donde se encontraban los niños, y ver como todo estaba cerrado, lo único que Kashiro pudo pensar era que esos chicos en realidad eran inteligentes, por lo cual este debería ser muy cuidadoso para contra ellos, pero todo se solucionaba con una buena charla, al fin y al cabo son niños.

Al estar frente a la academia, Kashiro toco la puerta esperando que alguien le abriera y le dijera que todo estaba bien, pero el sabia que no era así. Eventualmente la puerta se abrió suavemente, y un chico con la cara dura, y como tres chicos mas detrás de el, le propinaron enorme sillazo a Kashiro en la cara, lo cual provoco que este cayera al suelo repentinamente del dolor.

- Rayos... estos chiquillos no van a ser fácil de dominar, ahora si tendré las cosas difíciles.

Kashiro no quería ni pensar que tuviese que pasar trabajo solo para convencer a un par de niños que soltaran a su profesor y volviesen a ser niños buenos, no eso ya era demasiado, era increíble que 20 niños hubiesen logrado ellos solos aprisionar a un maestro de la academia ninja... no se sabe cual era mas malo, la incapacidad del profesor, o la maldad de los niños.

Al estar en el suelo, se podía ver con mas claridad la academia, y esta tenia un buen tamaño, se supone que ahí iba a estar el futuro de Kirigakure, aunque con esos niños, Kiri llegaría a ser una aldea muy problemática de ser por esos niños, pero bueno, la Misión de Kashiro era detenerlos. Kashiro se levanto de donde se encontraba tirado, y esta vez en vez de tocar la puerta entro por ella sin previo aviso. Al entrar, se encontró con una gran sorpresa, lo que paso fue que los niños lo habian rodeados, y cada uno de ellos con varias armas, osea con algunas sillas de plástico, fueron a por Kashiro, golpeándole fuertemente en todos los lados, haciendo que Kashiro tuviese que salir del lugar rápidamente por el dolor que le habrían provocado en su cuerpo. Los niños en realidad eran rudos, pero si ellos pensaban que eran malos, conocerían a Kashiro mas de cerca.

Kashiro entro nuevamente al lugar imponiéndose, con la cara con casi todas sus venas marcadas, y con una forma que le daría miedo a cualquier. Los niños ya no se encontraban en el mismo lugar, sino que ahora al parecer habían cambiado su locación. Sin ninguna señal de los niños, Kashiro siguió adelante por el pasillo principal que llevaban a varias habitaciones. El peliblanco siguió adelante buscando alguna señal para ver si encontraba al profesor y por lo menos charlaba con los infantes. Sin logro alguno, Kashiro en una ocasión pudo oír a una persona gritando con una venda en la boca ya que los sonidos que emitía no salían del todo bien. Por lo cual, lentamente, Kashiro avanzo hacia la habitación de la que provenía el ruido, esperando encontrar al sujeto y salir de allí.

Quien iba a decir que unos simples niños iban a tener la capacidad de poder atrapar a un profesor experimentado, y hacer con el lo que ellos quisieran, era simplemente algo muy incomprensible para una persona con todas sus tuercas muy apretadas. Pero aun mas sorprendentes es que los mismos niños pudiesen atrapar a un Shinobi experimentado en la batalla, y con la capacidad de afrontar casi cualquier situación y salir de ellas airosos. Aquellos chicos simplemente debian ser unos genios para lograr tales hazañas y no ser reprendidos. Pero había algo que se debía aclarar, cuando el joven Kashiro se adentro en la habitación de donde provenían los ruidos, una gran parte de los chicos, le habían hecho una emboscada, atrapándolo entre unas sogas, y amaran dolo a una silla fuertemente. Cuando te pasaba una cosa así a ti mismo te podías dar cuenta que los chicos en realidad si tenían talento para lo que hacían, pero Kashiro tenia una mente inteligente y el sabia muy bien lo que debía hacer y como debía hacerlo.

El Shinobi de la niebla podría facilmente librarse de las cuerdas que lo tenían atado, pero prefirió quedarse allí para entablar una conversación con los chicos, para así tratar de convencerlos haciendo un buen trato que se diría podría ser muy difícil de hacer, pero debía probarse todo para verificar su funcionalidad. Pero lo mas extraño, era que la inteligencia de los niños era tal, que le habían quitado su Shibuki a Kashiro, y por suerte tan solo la habían puesto a su lado para que no pudiese usarla pero en malas manos esa arma seria algo muy peligroso.

-Bien… me atraparon, pero creo que sabemos que ustedes no van a lograr salir con un secuestro maravilloso en medio de muchos shinobis con su profesor. Así que… ¿Por qué no llegamos a un buen acuerdo?

Ya estando en el poder de los infantes, era primordial que entablara una buena conversacion para convencerles de que dejaran al profesor y a si mismo libre. Si no tenia exito con unos chicos, como podria Kashiro manejar una situacion como la entrada de enemigos en la aldea, o quizas tambien lo que es una mision de alto rango. Pero, no todo estaba perdido, la sabiduria de un Shinobi experimentado deberia prevalecer en frente a la de unos ninos, aunque no era lo mas correcto subestimarlos pues como lo habian logrado atrapar a el y a su profesor, tenian tambien la capacidad de tener una mentalidad un poco sobresaliente en cuanto a los otros ninos. Pero llegando a una conclusion rapida se podria decir que si eran un grupo, era porque tenian un lider y si tenian un lider era porque tambien estaban bien organizados.

-Llegar a un acuerdo? Nos tomas por tontos o que, ese maldito profesor ya nos tenia harto,lo tenia bien merecido, pero bien puedes hablar, quizas hagamos caso a lo que ofrescas...

-Ustedes son unos Chicos muy inteligentes, pero saben que de todas formas estan en problemas, solo liberennos y tendremos pendiente para que no les den un castigo mayor.

-Los siento, pero esa propuesta no es aceptable, queremos que no se nos castigue, y que ademas se nos de una gran porcion de dulces para todos nosotros...

El líder de los niños hablaba con una inteligencia como la que pensaba Kashiro poseían, tenia un pensamiento mas halla de tan solo los dulces, también deseaban que no se les castigara, y que los dejaran libre de cualquier responsabilidad, lo cual simplemente seria muy difícil pero sin lugar a dudas era una de las opciones extremistas por las cuales optar en un caso de gran necesidad. Kashiro debía ser un poco mas acertado en las palabras que dijera para que así consiguiera tener mas resultados y convencer a los chiquillos. Pero para ello debía proponer les algo que fuese mas atractivo a ellos, y que lo aceptaran mucho mas rapido para salir de allí.

-Bien... entonces como todos aquí sabemos que no se me permitirá dejarlos sin castigo alguno, deberán de decirme que proponen que sea un poco mas recomendable para ustedes. No es nada personal, solo que este es mi trabajo y debo cumplirlo.

-Te dije que solo aceptaríamos que no se nos castigue y los dulces!!! Aunque... si logras vencernos a todos nosotros en un simple juego, aceptaremos el castigo que quieras, y ademas liberaremos al profesor y a ti tambien.

Entonces solo aceptarían propuestas muy elevadas para las que Kashiro estaba dispuesto a afrontar. Para Kashiro seria mucho mas que fácil escapar de allí usando su Shibuki, pero debía esperar el momento indicado para hacerlo y quizas para tratar de convencer a los niños de que lo que habían hecho estaba mal, quizás ellos también responderían positiva mente, pero hacia falta asegurarse de que no lo volvieran a realizar bajo ninguna circunstancia. A Kahiro le apenaba mucho que tuviese que decir las palabras que iba a decir a tan solo unos niños que a penas acababan de empezar su vida, y que tenían el privilegio de aprender en una escuela a su tan pronta edad, mientras que Kashiro paso la mayor parte de su infancia en un lugar que como mínimo se le apodaría lugar de mucho tormento.

-Acaso ustedes creen que son muy astutos... creen que por haber atrapado entre 20 de ustedes a un profesor tienen lo necesario para reclamar algo a esta aldea. Mientras que Shinobis arriesgan sus vidas a diario para que ustedes esten seguros, y que esta aldea posea una buena economian ustedes saltan con secuestrar a sy maestro y no solo eso sino que también pidiendo miseria de dulces. La verdad es que ustedes dan pena, les aconsejo que piensen en otra cosa pues yo nunca les daré lo que ustedes piden.

-No nos importa nada de lo que tu digas, no les dejaremos ir hasta que nos den lo que pedimos, nosotros venimos aquí todos los días a aguantar a aquel profesorsucho que no hace mas que hablar todo lo que le llegue a la mente. Si no nos das lo que queremos, acostúmbrate a estar allí sentado, pues pasaras mucho tiempo allí.

Simplemente insoportable, las palabras de un solo chiquillo hacían que la sangre de Kashiro herviera en gran manera por todas las tonterías que aquel niño estaba hablando. Quizás el no sabia que ese mismo maestro tenia otros quehaceres que hacer, pero sin embargo se esfuerza por llegar a tiempo con ellos tan solo para que tuviesen una buena enseñanza y pudieran ser buenas personas en un futuro. Kashiro no quería hacerlo pero era un poco inevitable para el no pensar en aquel lugar donde los niños pasaban hambre a menudo y eran torturados con furia tan solo por que se equivocaban en una simple tarea que un tirano les ordenaba a hacer, siendo su trabajo hacerlas el mismo.

No quedaba de otra, con mucha facilidad y tranquilidad, Kashiro subió su espada dándole vueltas con sus pies que en un descuido de los pequeños las habían dejado sueltas. Kashiro con un poco de dificultad, logro cortar las sogas que le aprisionaban, mientras que los pequeños se quedaban con la boca abierta y sorprendidos por la aparente gran hazaña que había hecho Kashiro ante ellos. Después de haberse liberado, tomo a su Shibuki y se la coloco en su espalda como habitualmente la poseía en ese lugar. Con serenidad y con un gesto muy serio en su cara, Kashiro miro fijamente al grupo de niños que con temor se habían agrupado unos con otros pensando que Kashiro les iba a hacer daños.

-No teman, no les haré nada. Nunca me tuvieron atrapado siempre pude zafarme de ustedes con mucha facilidad pero... eso solo lo haré yo, pues en otro caso quizás lamentablemente y con su corta vida ya ustedes no podrían contar su experiencia. Ahora, liberen a su profesor, y reciban el castigo que este les de, CUALQUIERA QUE SEA ESTE. Luego volveré a ver si lo han hecho todo bien y se están comportando bien, si no lo están haciendo en ese entonces... Bueno. ¿Me entendieron?

-Si señor lo entendimos no lo volveremos hacer hasta luego.

Los niños inmediatamente salieron corriendo y liberaron a su profesor, el cual le agradeció a Kashiro su ayuda, mientras que Kashiro se iba esta vez felizmente al saber que había cumplido con su misión. Así esos chicos sabrían que no pueden hacer lo que quieran cuando quieran.