no se que poner de titulo XD

Cada segundo que transcurría estaba lleno de monotonía. Me encontraba sentada en un establecimiento de comidas; el aburrimiento se tornaba desesperante, al punto que los parpados me pesaban y si apenas podía mantener entre mis dedos los palillos de los cuales colgaban unos fideos humeantes. Aun no había llegado el primer bocado a mi boca cuando el ruido de otros clientes en mesas cercanas me hastió completamente dejando caer los palillos sobre la sopa para luego retirarme del lugar sin decir una sola palabra. Al salir del local mi mano derecha se levanto empuñada sobre mi cabeza, mientras la izquierda sujetaba mi brazo y me estiraba como quien se deshace de la pereza que lleva encima. –Creo que es hora de que las cosas se muevan un poco- dije mientras comenzaba a caminar rumbo a las puertas de la aldea. En ese instante no tenía misiones asignadas y tenía completados todos mis deberes, de manera que podría tomarme un tiempo para satisfacer mi espíritu aventurero. Antes de llegar a las puertas de kumo habría pasado por mi casa para recoger mis armas; no estaba muy segura de que era exactamente lo que saldría a hacer, pero era mejor estar preparada.
Al dar mis pies sus primeros pasos fuera de la aldea pude oír la voz de uno de los guardias de turno dirigirse a mi persona.
-May san, que sorpresa verla por acá; no se nos ha avisado que salga de misión-
Me detuve un par de segundos al sentiré acusada por las palabras de aquel shinobi, mas enseguida mi rostro regreso hacia él y con una gran sonrisa pronuncie. –Solo saldré a darme la vuelta, estoy muy aburrida.- Y así sin más seguí mi camino esperando poder toparme con una gran aventura o quizás alguien con quien cruzar un par de golpes…

Otro día de viaje, en el cual me encontraba cruzando por Kumogakure, o al menos pasando por los alrededores del mismo pues en esa ocasión solamente había salido de mi aldea en busca de algo de entretenimiento, ya las cosas no eran como antes, si no que ahora a las personas no les gustaba la lucha, y pensaban solo en la “paz” aunque eso no significa que eso era un pensamiento malo, pero en realidad, mientras existiera el mundo, y nosotros como habitantes del mismo nunca vendar la paz que muchos tienen la esperanza de que llegara algún día, pues a la verdad yo pienso que no lo hará.

Pero mientras tanto, lo único que podía hacer, era seguir caminando tranquilamente como lo estaba haciendo en aquel momento, en busca de algún lugar en el cual parar bajo algún árbol para tomar un pequeño descanso. Evidentemente encontré el lugar preciso para ello, un árbol justo junto al camino, allí de manera calmada recosté mi espalda y comencé a fingir que dormía, quizás así alguien que pasara se osara a tratar de hacerme algo, momento en el cual, podría ser que yo… buscara una que otra pelea para entretenerme.

Ademas, yo no quería que si mi amigo de Kirigakure me veía por allí, quisiera que tuviésemos la pelea que antes de salir de la respectiva aldea habíamos pactado que íbamos a tener para medir nuestras habilidades. De seguro que esa seria una pelea dura, pues con la espada que ahora poseía, se me podría considerar como una persona muy peligrosa por así decirlo, pues esta pertenece a los legendarios espadachines de la niebla, de los cuales yo me considero ser uno, y aunque no lo fuese, no me importaría mucho pues lo único que quiero es volver a encontrarme con mi hermano, y juntos ser los mejores del mundo en lo que fuese.

No me había alejado mucho aun de la aldea, al llevar un lento paso, pues no tenia gran afán. El clima parecía indicar que este sería un hermoso día soleado, y pues aunque respecto a mis gustos prefería los días lluviosos y oscuros, por lo pronto preferirá mantenerme seca, pues no sabía cuando volvería a tener la oportunidad de cambiarme de traje. Levemente mis labios se movían al tararear una vieja canción, mientras mi paso se aceleraba u poco al caminar rítmicamente.

La zona montañosa de los alrededores de kumo no era muy poblada en arboles, sin embargo por el camino podían hallarse unos cuantos especímenes. Me detuve al observar A unos pocos pasos a al frente, 3 metros para ser más precisos, pude ver un joven recostado a un árbol al parecer tratando de pasar por dormido, pues supe al instante que no lo estaba por la intensidad en su respiración, la cual se reduce drásticamente cuando realmente duermes. A pocos centímetros de este reposaba una extraña arma; no parecía la gran cosa, mas no podía pasar desapercibida por mis ojos los cuales admiraban todo tipo de hojas.

No pude dejar de notar por su posición en el estrecho paso; pues no había gran espacio entre las grandes rocas a mi derecha y el despeñadero a la izquierda, separados quizás por unos 6 metros, y aquel chico en la mitad del camino; que lo más probable es que buscase pelea. Lenta y silenciosamente desabroche el seguro que mantenía mis katanas en su funda, mas sin empuñar estas aun, solo quería estar segura de las intenciones de aquel personaje antes de cualquier cosa, me acerque dos pasos más, reduciendo un metro de la distancia que nos separaba y entonces patee una roca que iria a dar contra su rostro si este no la esquivaba.

Aun se encontraba allí recostado el ven conocido por Kashiro, el cual había comenzado fingiendo que estaba durmiendo, y luego se había quedado dormido sin querer. Entre tanto este dormía, otra persona se acerco a el, y ademas de eso, le había lanzado una piedra pequeña al rostro, lo cual hizo que el muchacho saltara sosteniéndose la cara y poniéndose de frente a la chica o lo que sea para mirarla y exigirle alguna explicación sobre el acto que había cometido hace un momento, aunque cave decir que Kashiro no atacaría inmediatamente, a no ser que el propósito de aquella persona no haya sido malicioso, pero si lo fue… Las cosas se pondrían bien feas.

-Ay, ay, ay!!! Porque me has golpeado así, acaso estas loca.

Kashiro verifico que su arma estuviera en su espalda donde debía estar, y al ver que así era, este se tranquilizo mas, pues su arma era una de las cosas que mas le atraían a ese chico. Kashiro tenia una extraña forma de actuar. Luego de que este soportara que lo despertaran tan sorpresiva mente, lo único que hizo fue quedarse tranquilo después de una pequeña rabieta, mientras observaba fijamente a aquella chica, o bueno, eso era lo que parecía ser, pero por lo pronto, Shiro estaba un poco enojado por dentro, pero este prefería soportar su enojo para no tener que luchar con todo allí.

El peliblanco no entendía bien porque en este tiempo las personas tan solo pensaban en molestar a los otros, incluso hasta les gustaba pelear para matar su gran aburrimiento causado por la gran monotonía de cada día. Pero bueno, la respuesta para esa pregunta simplemente estaba en que el mismo Kashiro era de este tipo de personas que le gustaba molestar a las otras de vece en cuando, ademas de luchar a veces para también matar su aburrimiento.

Mis manos posaron sobre mi cintura de forma imponente, mientras mi mirada desafiante recorría el cuerpo de aquel chico de pies a cabeza, el cual se había parado en frente mío mientras sostenía su cara al parecer del dolor. Esto era algo extraño, estaba casi segura que el individuo conseguiría evadir la roca, pero no había sido así, en cambio ahora me lanzaba un reclamo por golpearle. Una sínica sonrisa se dibujo en mi rostro y mientras aquel revisaba a sus espaldas comencé a hablar.

-¿Loca? Hasta donde me acuerdo no soy yo la shinobi de kiri que se queda dormida a mitad del camino que conduce a Kumo.- mencione mientras señalaba con mi pulgar izquierdo la banda reguladora atada en mi brazo derecho. Enseguida mi mano regreso a mi cintura mientras mi desafiante mirada se plantaba en el rostro de aquel chico. Esperaba con ansias poder tener un encuentro con este personaje, sin embargo por la posición tan tranquila que ahora adoptaba parecía ser que esto no sucedería, quizás debía instigarlo un poco si quería que ocurriera, fue entonces cuando mi mano derecha se deslizo un poco por mi cinturón hasta tomar mi catana corta y con el dedo pulgar la deslizaría unos pocos centímetros hacia afuera de su funda.

Al salir el arma de su cobija produjo un trinar como el agudo chillido de un ave que busca rapiña desde lo alto de los cielos, esperaba que esto fuese suficiente para atizar un poco las cosas, mas si no lo fuese me vería forzada a tomar la iniciativa.

Las personas hoy en día al parecer en lo único que pensaban era en que tenían el suficiente poder para poder desafiar a cualquier persona que viesen pasar por su frente. Por desgracia esa no era una practica muy recomendada para nadie, ni siquiera Kashiro haría eso en todos sus cabales y con su mente clara. Pues era una simple lógica la que había que seguir, sino conoces al enemigo, o puedes morir o puedes vivir, nadie sabe con lo que se encontrara cada día, el futuro es incierto el pasado ya paso, y el futuro aun no esta escrito, esa era la filosofía que Kashiro sabia era muy veraz.

Pero… de todas formas, Kashiro primero esperaría a que la chica hiciera algún movimiento para atacarlo con esa katana que pensaba desenfundar, cosa que de seguro no era muy buena pues… no era recomendable o prudente pelear justo en frente de la aldea de Kumo de la cual podría provenir aquella señorita, pero si las cosas se ponían un poco mas rudas, Kashiro no pensaría en mas nada que no fuese destruir todo lo que le molestase. Esto no quiera decir que podría ganar, sino que este con un poco de arrogancia no se dejaría vencer.

-No te recomiendo que hagas eso… pero si tanto incistes en hacerlo, tan solo abstente a las consecuencias. Pero te advierto… cuando lo hagas no habrá marcha atrás.

Cuando Kashiro dijo estas palabras, aun quieto, el único movimiento que este realizo fue sacar su espada de su espalda, sosteniéndola con fuerza en una mano, específicamente su mano izquierda que era su mano con mas habilidad. La cosa era fácil, si la chica atacaba, el atacaría, si la chica no atacaba el no lo haría. Quizás la chica si tenia algo de conocimiento se daría cuenta del arma que Kashiro poseía en sus manos.

Ambiente tenso para muchos, calma para el chico de cabello blanco el cual, no confiando en sus habilidades. Sino demostrando su valor al no temer a nada ni a nadie pudiendo enfrentarse contra quien sea en cualquier momento, pero lo mas interesante es que en el no se veía ningun tipo de preocupación, incluso ni siquiera estaba viendo fijamente, tan solo la observaba por la vista que podía cubrir un buen campo, como cualquier otra persona, pero no la estaba viendo fijamente. Tan solo restaba esperar… esperar.

En un intento de advertencia que no sería tomado en cuenta el chico dijo algunas palabras para luego empuñar aquella arma; esta parecía ser algo importante, podía notarse que no se trataba de una espada común y corriente y era justo el motivo por el cual estaba incitada a pelear con aquel chico. Quizás tal vez la especial no fuese solo el arma, quizás el shinobi que la portaba también era alguien excepcional con quien valdría la pena incluso llegar a perder un encuentro, pues nada estaba escrito y jamás se sabe lo que podría pasar en medio de una pelea.

Finalmente había empuñado mi arma mientras comenzaba a concentrar energía por todo mi cuerpo de modo que mis movimientos se hicieran más ligeros y rápidos; fue entonces cuando en tres ligeros pasos recorrí la poca distancia que me separaba de aquel chico con mi arma anteponiéndose a mí. Sujetaba junto a la guarda con mi mano derecha mientras la izquierda sujetaba la parte superior del mago, como quien toma la perilla de una puerta, cruzándose los dedos por la parte inferior, mientras mi muñeca se doblaba ligeramente hacia atrás. En cuestión de 1 segundo me encontraría justo delante del chico, atravesándole en la zona del pecho a menos que este hiciera algo para evitarlo.

tecnicas:

Al parecer en estos tiempo las personas no le gustaba dialogar, en lo único que pensaban era en atacar, destruir, no dejar pasar ninguna ofensa sino que lo mas atractivo era atacar rápidamente y no dar tregua, lo que querían era acabar con todos, pensando que tenían la oportunidad de hacerlo, era casi la practica de alguien que aun no había salido de la academia ninja hacer actos como estos, se supone que si un Shinobi no te ataca tu no tienes porque hacerlo, esas eran las ocasiones las cuales hacían que Kashiro tomara furia y quisiera enseñar que la pelea nunca era una muy buena opción en ninguna ocasión. Pero... si aquella chica persistía en atacar, no importa que esta sea un Jounnin o incluso un Kage, lo único que Kashiro tenia seguro es que el no temía a nada ni a nadie, y eso se lo demostraría a cualquiera.

La señorita se había dispuesto a atacar con un ataque frontal muy veloz, el cual podría ocasionar la muerte al joven de cabello blanco si este no se defendía rápido, colocando su espada en medio para evitar ser apuñalado por aquel objeto punzante que la chica poseía. No era muy buena idea subestimar a personas que nunca habías combatido, por lo cual, Kashiro mantenía un poco de distancia, permitiendo que la chica demostrara algo de potencial, para probar si debía luchar con todo, para ello solamente bastaba usar su espada, no era necesario otra cosa. Así que, en el momento en que la espada de la chica choco contra el arma de Kashiro, este activo la lamina de sellos explosivos que poseía su arma, dejándose la a la chica, mientras que las hojas provocaban una explosión en conjunto al estar unidas. Explosión que podría causar un daño dependiendo del enemigo, aunque asimismo no podría hacerlo si la chica lo esquivaba.

Aquel movimiento con la espada, para Shiro era no mas que una técnica normal, pues este ya estaba acostumbrado a realizar lo en quizás simples entrenamientos o en combates. Por eso este chico deseaba ser uno de los mejores espadachines, y quizás ahora se halla encontrado con un enemigo que le ayudaría a demostrar su potencial, o por lo menos el que había obtenido. Luego de la explosión, Shiro se hizo para atrás, dando un salto a unos tres metros de donde estaba, para protegerse de posibles ataques, mirando todos sus francos y listo para seguir con la batalla.

Habilidad de mi arma:

El chico habría antepuesto su arma para evitar que el filo de mi catana conectase con su cuerpo. De su espada se había desplegado una extraña lámina llena de sellos, de los cuales no quería averiguar cuál era su función. Con mi velocidad y la corta distancia sería muy difícil detenerme. Mi pie izquierdo declino un poco hacia la derecha de el chico, apoyándome en el talón de este para que me permitiese girar 45 grados, mientras mi mano derecha hacia un leve movimiento en la empuñadura hacia la izquierda unos 15 grados arriba, de forma que la hoja se moviese en dirección contraria evadiendo así la lamina de pergaminos, y de paso al seguir con mi ritmo anterior causar un ligero corte en la parte de la cintura y enseguida saltar hacia un lado poniendo 4 metros de distancia entre los 2, mas antes de tocar suelo había concretado una serie de posiciones de mano para mi siguiente ataque.

Al poner los pies en el suelo la joven nuevamente emprendió carrera hacia aquel chico esta vez tomando entre sus manos la lanza que colgaba de su espalda sujetándola de forma similar a como lo hacía con su katana. Mientras corría el arma tomo su longitud original de 2.5 metros. Esta vez la joven no estaba dispuesta a dar su brazo a torcer, seguiría con su ataque inicial sin importar el que le pusieran en frente, o al menos eso era lo que aparentaba en ese momento mientras esperaba el momento justo para destapar las cartas y conectar un golpe certero.

No era lo mío liarme formando estrategias de combate, pero de vez en cuando alguna idea florecía y puede que tal vez, solo tal vez esta diese los frutos esperados; tan solo faltaba esperar la reacción que tomase el contrincante para poder tomar ventaja de la situación.

Tecnicas:

Era muy raro, aunque la explosión fue justo en frente de los dos chicos, la señorita había logrado evitado el daño de la explosión, y ademas de eso, también le había hecho un corte pequeño en la cintura a Kashiro, el cual era casi imperceptible, pero aun estaba ahí y por eso dolía. Cuando Kashiro se hizo para atrás, la chica también salto hacia un lado, cayendo de pie para luego a gran velocidad ir hacia donde Kashiro, en lo que era un golpe con una lana que esta portaba, y era muy seguro que esta lanza se clavara en Kashiro, pues la señorita era muy rápida y ademas Kashiro aun no había caído muy bien de su salto, pues la explosión provocada por el arma de Kashiro, Shibuki, provoco humo que impide un poco la visibilidad, por lo cual, Shiro tuvo tiempo para hacer un sello de manos.

Luego de haber caído, Kashiro activo su Kawarimi no jutsu, colocando un pedazo de tronco en su lugar para que cuando la lanza impactara contra su cuerpo la chica se tomara la sorpresa de que ese no era el. Pero Kashiro no se quedaría allí para esperar el golpe de la chica, sino que este se movió a un lado de ella para realizar otro movimiento, para el cual, este coloco su Arma en su espalda, poniéndola en un lugar cómodo para tomarla nuevamente, ademas de que este estaba pendiente a su espalda por si la chica también utilizaba un jutsu de tele-transportación o algo parecido. Ya estando a un lado, como a cinco metros del trayecto de la Kunoichi. Kashiro procedió a realizar un jutsu, haciendo varios sellos con sus dos manos.

-Hairu...

Las palabras del chico, al activar el jutsu, provocaron que una granizada cayera sobre el campo de batalla, para impactar contra la chica, e incluso contra el, o bueno... así fuera si Kashiro no hubiese interpuesto su Shibuki sobre el rápidamente para protegerse de su propio jutsu. Si todos los movimientos de Kashiro se daban como el los estaba haciendo, seria un gran avance como el, ademas de que así demostraba de que estaba luchando en serio pues la chica había demostrado tener gran habilidad para luchar.

Tecnicas usadas:

Aunque la ilusión golpease el contra el chico no sucedería nada, pues no era más que eso una ilusión básica, sin embargo cuando esto aconteció pude ver que el chico se ubicaba a un lado de la yo ilusoria mientras que en su lugar anterior quedaba lo que al parecer seria un tronco de madera. “kawarimi” fue lo que paso por mi mente, sin embargo no habría de funcionar ya que el anterior ataque no había sido real, ahora mismo se había ubicado 5 metros al lado izquierdo de la ilusión quedando a unos pocos centímetros junto a mi; para entonces la distorsión de la realidad ya debía haberse desvanecido. Ahora con la realidad totalmente visible el instante en que pusiese su arma a su espalda seria el apropiado para lanzar el segundo ataque.

Había tenido tiempo suficiente mientras ocurrían los anteriores acontecimientos para acumular bastante chakra, ahora concentrando parte de este en mis brazos y acercándome lo más probable a mi contrincante dejaría ir un tajo a su brazo mientras este realizaba sellos, con tal velocidad que sería imperceptible a un ninja ordinario, aun con mi nivel. Mi katana habría de quedar entre sus diáfisis a menos que de algún modo consiguiese evitar de último momento mi veloz ataque, lo cual era poco probable y aun así si lo lograse significaría una interrupción a sus posiciones de mano, dándome la oportunidad de volver a atacar antes que realizase alguna técnica.

Hasta entonces nada se había definido, el contrincante que había encontrado en aquel camino parcia cumplir con las expectativas hasta el momento, sin embargo por un instante habíamos perdido juntos la noción de nuestra ubicación, encontrándonos ahora al borde del despeñadero, lo mejor sería retroceder unos metros hacia el gran muro de piedra antes de efectuar otro ataque o podría ser el fin…

Tecnicas:

Simplemente sorprendente, era sorprendente la persona con la que Kashiro se estaba enfrentado, aquella chica tuvo la habilidad de engañarle con una ilusión, y no tan solo esto, sino que también logro posicionarse detrás del chico, a menos que no haya sido el, el que se halla acercado. Mientras que Kashiro hacia sus sellos de manos, una espada a gran velocidad, logro a cortar su brazo, dejando una herida significativa, e incluso hubiese podido cortar el brazo completo, si no hubiese logrado, o no logrado, sino tenido surte. Pues uno de sus sellos de mano de impidió a la espada cortar el brazo entero, pero aun así, había hecho un buen corte, llegando casi al hueso, pero aun faltaba un poco para eso. Pero si había cortado el musculo, lo cual le impediría al chico la movilidad de este miembro.

Esa herida no significaba mas que problemas para el chico, ademas de que esa chica tenia una gran velocidad, a la cual ni siquiera Shiro podría alcanzar, parecía una clase de dios. Pero, eso no le importaba al chico en ninguna forma, pues lo que este hizo, fue tomar su espada Shibuki con su brazo bueno, y lanzar una tajada de donde había salido el golpe que le ocasiono la herida a Kashiro. Pero no solo esto, sino que al lanzar el golpe, Shiro lanzo su lamina de sellos explosivos, y antes de que explotara, este salto hacia atrás, mientras que su brazo herido derramaba sangre. Luego del salto, los sellos explotaron, mientras que Kashiro aun continuaba con su espada en mano, listo para arrasar con la chica, pues ya no estaba de humor para juegos.

Justo como era de esperarse, cuando hubiese conectado mi espada con su brazo el chico lanzo su contragolpe, de modo que no tuviese espacio para evadirlo, y aunque hubiese querido bloquearlo, sujetaba mi catana actual con ambas manos lo cual me impedía hacer un rápido movimiento para tomar mi segunda arma, además aunque lo hubiese hecho los sellos aun así me darán. Todo lo que quedaba era recibir el ataque de forma inevitable, más girándome un poco hacia la derecha, para así evitar que la explosión me lanzase hacia el abismo, terminando contra la pared de rocas.

Ahora mi cuerpo tenía múltiples quemaduras de 2 y tercer grado, además que mi ropa estaba destrozada sin embargo aun podía seguir luchando. Apoyándome en mi katana me dispuse a ponerme en pie, notando en ese instante que también había recibido un corte en mi torso, una herida no muy profunda, pero delicada.
A causa de la anterior explosión había bastante humo que encubrían mi situación y posición actual, había una constante en deslizamiento de pequeñas y medianas rotas, además que el suelo del no muy amplio camino se encontraba agrietado. Aprovechando la cortina de humo realice algunas posiciones de manos y retrocedí algunos pasos. No sabía que distancia me separaría de mi rival, pues la explosión me habría dejado un poco aturdida, quizás sería el momento de comenzar a pelear como es debido, aparentemente había subestimado a con quien me enfrentaba.


tecnicas:
jutsu oculto x1

Después de aquella explosión, era difícil de adivinar donde se encontraba la Kunoichi, por lo cual esta podría acertar un ataque sorpresa en cualquier momento. Situaciones como estas son las que llevan a todo ninja a pensar en una solución, y a verla de todos los ángulos posibles para resolverla. En esos momentos, con una herida en el brazo, y al descubierto, no hay muchas cosas que se pudieran hacer, a menos, que no tuvieses a la gran espada legendaria: Shibuki. Pensando en una estrategia, Kashiro soltó al instante que callo al suelo luego de la explosión, otra lamina llena de se sellos explosivos, y al instante saltando a donde había explotado la otra, y que aun estaba poco visible por el humo.

Por la rapidez de los movimientos de Kashiro seria difícil que la Kunoichi le atrapara, pero a estas alturas a Kashiro ya no le sorprendería nada de lo que esa chica hiciera. Luego de la explosión ocasionada por la lamina llena de sellos explosivos, Kashiro con mucha dificultad, y tratando de no mover su hombro, para no dañar mas su herida. Al hacer los sellos, y al estar camuflado por las dos explosiones, Kashiro dijo suavemente: -Hairu- Al hacer esto había activado su jutsu que hacia que granizo cayera del cielo, lo cual provocaba que estando en la zona de batalla, muy facilmente pudiese impactar con todo objetivo allí.

Luego de ese jutsu, Kashiro se movió con su espada en la espalda, pues la había puesto allí antes de hacer los sellos, al moverse, este se movió al lado contrario de donde se encontraba el acantilado. Y esta vez no cometería el error de hace una rato, si no que estaba muy pendiente de su espalda, para que si la chica se acercase a el... Ademas, Kashiro también reviso esa zona para poder observar si alguien estaba allí. Si el jutsu funcionaba bien, incluso el mismo Kashiro sufriría los daños de su propio jutsu, pero no obstante, al tener su espada en mano, podría cubrir los mini proyectiles, tan solo restaba esperar.

Tecnicas usadas:

Aun no había terminado mi secuencia de sellos cuando una segunda explosión pudo oírse del lugar en que había ocurrido la primera, sin duda aquel chico estaría dispuesto a derribar aquel camino; lo más probable es que esa parte de la montaña no resistiera una explosión más teniendo que ser cuidadosa incluso con las técnicas que yo usaría en adelante. Recostada a la pared de rocas esperaba que mi técnica anterior hiciera efecto. Al siguiente momento note que pequeños trozos de hielo caían al campo de batalla desde el lado opuesto de la montaña, hacia el abismo (por manipulación blanca ya que no mencionas en qué dirección caen) lo cual en el instante no sería de que preocuparme ya que al estar allí recostada no me alcanzarían, al instante siguiente el humo que cubría el campo de batalla se vería desvanecido a causa de un tornado de fuego (técnica oculta) con un diámetro aproximado de 2.5 metros, que ahora tomaría curso hacia mi contrincante. Entonces fue cuando tome mi segunda arma en mi mano derecha, dejando esta de tamaño moderado (1.3m) de modo que pudiese usarla como katana. Mientras nuevamente mi chakra se ex parcia por mi cuerpo.

Técnicas:

Spoiler:

Quien se podría imaginar que en un día tranquilo y normal, estuviese a punto de morir al pelear con una Kunoichi que simplemente se acerco a mi y comenzó a atacarme. Hoy en día las personas no debian descuidarse, nadie en este tiempo respetaba, al parecer andar desafiando a las personas que se encontraban en los caminos era muy atractivos para muchos. Pero la verdad es que lo hecho, hecho estaba, y ese jutsu Katon que se dirigía hacia Kashiro no podría ser menos que el posible causante de que Kashiro perdiera, sino hubiese sido por un extraño suceso que paso cuando Kashiro estaba preparando un gran jutsu Suiton de su poco repertorio, o quizás un buen jutsu de su propio clan, ya que los dos eran simplemente elementos contrarios.

Raramente, al parecer la montaña o parte de esta no soporto el peso de la batalla en aquel lugar, por lo cual la montaña, o donde se encontraban los dos ninjas librando su imprevista batalla, se había derrumbado, cayendo justo en medio de nosotros, bloqueando el jutsu Katon de la chica, e impidiendo la vista de los dos adversarios el uno al otro, algo que si le preguntaban a Kashiro había sido bueno, pues aquella Shinobi simplemente era muy talentosa, y se podía apreciar que debía ser no una kunoichi normal, pues una velocidad como esa no la tenia todo el mundo, pero, por otro lado Kashiro no quería que eso pasara, pues no muchas veces se encontraba un adversario asi.

Aunque, la verdad era que todos sabían que este mundo no era muy grande, y que algún día no muy lejano, o lejano, los dos volverían a encontrarse y terminarían con aquel pendiente que había dejado en aquella ocasión, o bien podría ser que facilmente se convirtieran en amigos, pues no era del estilo de Kashiro ser resentido hacia los demás, pero en verdad era que eso no había sido algo personal, se podría definir como algo que paso casualmente. Sin mas que hacer, tranquilamente Kashiro puso su Arma en su espalda, y con mucha calma reviso su herida, asegurándose de que estuviese bien cubierta y no tuviese ningun derramamiento de sangre.

Aquella batalla había dejado algunas huellas en Kashiro, eso le demostraba que en realidad aun no estaba en forma, y que de verdad le faltaba mucho para alcanzar al limite de su potencial. Se podría decir que en Kumogakure, habían shinobis muy fuertes, pues no faltaba mucho camino para llegar a esa aldea. Pero aunque en Kumo hubiesen muchos ninjas fuertes, en Kiri, simplemente se encontrarían los mas fuertes, no por que fuesen dioses, sino que su fuerza natural, y la niebla de su lado, eran personas simplemente muy difícil de vencer.