alimentando las aves del jardin

En medio de la oscuridad de la noche, y con la baja guardia que tenía el lugar me había conseguido infiltrar hasta aquella que llamaban la torre del hokage. En la parte trasera de la edificación había una pequeña ventana abierta asegurándome de no ser vista tanto desde afuera como adentro, me deslice por esta hacia el interior. Después de cruzar largos pasillos llegue a una habitación la cual por su portada parecía ser la oficina principal. Hasta el momento no me había topado con ningún guardia o rastro de su existencia, sin embargo fui muy cuidadosa al forzar la cerradura para no hacer ningún tipo de ruido y una vez en el interior volví a cerrar, poniendo varios obstáculos a la puerta como sillas mesas y escritorios. Allí encontré información muy valiosa en diversos pergaminos, la cual por mi memoria fotografía habría podido memorizar sin ningún problema, sin embargo en mi situación actual no me habría podido dar el lujo de derrochar mi tiempo, así que tan solo tome los pergaminos entre mis embestiduras para luego disponerme a marchar. Había sido en total 3 pergaminos los que había tomado de allí, pues no me sería posible llevar más con migo sin que estos pudiesen delatarme o estorbarme, sin embargo antes de salir había tenido el momento de leer y memorizar un cuarto pergamino.

Era algo insensato de mi parte el haber invadido aquel lugar cuando había sido enviada en una misión, sin embargo mi mente se estaba deteriorando a causa de no poder dormir a causa de las constantes pesadillas, por lo cual comenzaba a obrar según viera necesario, para expiar aquella oscuridad que me atormentaba.

Habiendo terminado la lectura puse mi bufanda sobre mi rostro y estime el salir por medio de los ductos de ventilación evitando así cualquier guardia o vigilante.